INTRO
15 AÑOS ATRÁS.
Era un hermoso prado de colores intensos, que resplandecía al contacto con los rayos del sol. Entre el denso follaje y la maleza, pequeños animales se escondían y jugueteaban unos con otros. Los insectos disponían de una gran variedad de flores silvestres de vivos colores sobre las cuales posarse. El cielo se pintaba de color azul y el enorme y poderoso sol reinaba en él. A lo lejos se oían unas risas de diversión y felicidad. Dos niños pequeños corrían alegres por el prado. La niña tenía el ondulado pelo castaño oscuro y un gracioso flequillo recto. Sus ojos, los cuales tenían un brillo especial, tal vez a causa de la emoción o del enamoramiento, eran de color verde. Vestía un jersey fino de cuello vuelto de rosa claro y unos pantalones de pana azul. El niño también reía de felicidad y el brillo de sus ojos marrones era el mismo que el de ella. Su cabello era dorado como el sol. Vestía una sudadera roja con capucha y unos pantalones vaqueros.
Ambos niños se abrazaron.
Entre abrazo y abrazo cayeron sobre la mullida hierba. Ella le dio un beso en la mejilla y él se sonrojó.
- Kristen - susurró -. Sabes que te quiero, ¿verdad?
- Sí, Kevin. Y tú ya sabes que yo también te quiero a ti - contestó ella.
Ambos se fundieron en un beso muy romántico, a pesar de ser tan sólo unos niños.
CAPÍTULO 1: NARRADO POR KRISTEN
Kevin, Nick y yo llevábamos siendo amigos desde pequeños. Unidos por la pasión de la música, decidimos formar un grupo de rock llamado “La Mano Rota”. Kevin tocaba la batería y Nick, el bajo y ambos me hacían los coros. Yo era la vocalista y me encargaba de la guitarra eléctrica. Al principio, ensayábamos versiones de temas famosos.
Nos movimos mucho para tocar en bares y antros de mala muerte hasta que un día nuestra suerte cambió y un productor musical se puso en contacto con nosotros y decidió lanzarnos a la fama a través de sus otros contactos y recursos a cambio, evidentemente, de un beneficio para él.
Yo llevaba saliendo tres años con mi novio Jackson cuando esto sucedió, pero guardaba un gran secreto: llevaba enamorada de Kevin desde el jardín de infancia. Siempre había sido mi mejor amigo, desde pequeños, ya que sus padres y los míos eran también buenos amigos.
El productor nos llevó a una discográfica y sacamos un álbum al mercado que fue todo un éxito. Montamos una gira por el país y nosotros no podíamos sentirnos más felices y dichosos, ya que estábamos cumpliendo nuestro sueño. Conseguimos llegar a lo más alto. Fuimos el grupo del momento. Giras, álbumes nuevos, entrevistas, exclusivas...
Jackson, por aquel entonces, comenzó a ir a los programas del corazón a hablar de nuestra vida privada. Nada en especial, pequeños cotilleos para mantener a los espectadores en vela y que le llamaran para más programas. Y el dinero recaudado acababa dividido en manos del grupo. Kevin, Nick y yo filtrábamos fotografías a escondidas para que nos llamaran de los programas a hablar de las mismas. Incluso Jackson, gran conocedor de los fotomontajes, creaba imágenes falsas con el propósito de acusar al presunto manipulador, dependiendo de si era una fotografía o un montaje.
Entre la música y los cotilleos del corazón logramos hacernos un hueco enorme en el mundo de las "celebrities".
Sin embargo, tiempo después sabría que Jackson no era un novio tan maravilloso, ya que mientras yo ensayaba con la banda o de gira, él pasaba las noches en fiestas exclusivas y en la cama de chicas de lujo. Así que, un día, le pillé engañándome y le dejé, cortándole el grifo del que tanto se había aprovechado. Y no sé porqué lo hice, pero a día de hoy no me arrepiento, y es que le confesé a Nick que estaba enamorada de Kevin. Nick, por otro lado, conoció a Emma, una cantante de ojos oscuros y pelo multicolor, con la que descubrió que conectaba de forma sentimental. Ambos se sentían bichos raros e incomprendidos. Y Kevin comenzó a salir - para mi desgracia - con Liberty. La conocíamos desde hacía años y jamás había sentido por Kevin un sentimiento que no fuera repugnancia o indiferencia. Sin embargo, Liberty había sido la típica guapa de instituto que todo hombre viviente se había sentido atraído hacia ella y sus prendas ajustadas. Así que no fue de extrañar que a Kevin se le olvidara de un plumazo la indiferencia que ella había mostrado hasta el momento de nuestro salto a la fama.
Me sentí horriblemente mal y no mejoraron las cosas cuando ella solicitó entrar en el grupo y Kevin la admitió sin preguntarnos a Nick y a mí. La conversación se tornó discusión y tomé una grave decisión: marcharme del grupo.
- Oye, Kristen, escúchame. Casi todos nuestros fans con mujeres. Con ella tendremos más fans del sector masculino. Es una chica despampanante.
No pude evitar lanzarle una mirada envenenada. Estaba pasando por alto lo evidente.
- ¿Lo dices porque soy un chico? - pregunté.
- Oh, vaya - susurró, dándose cuenta de su error -. Eres una chica.
- Gracias por recordarlo - mascullé.
- Bueno, mira, somos cuatro componentes ahora, te guste o no.
- ¡Tres!
- No, Kristen, se ha decidido. Ya se lo he dicho, no puedo decirle que no ahora.
- Eres ambicioso. La quieres en el grupo para atraer gente sólo porque pensáis que está buena. A pesar de que no tiene ni idea de música.
- Cuatro personas, Kristen.
- No, tres.
- Ella no se va. Está admitida, ¡está dentro!
- Claro que no se va a ir. Por eso mejor me voy yo.
- Kristen, por favor, tú eres insustituible.
- Esto era un trío, no un cuarteto. Liberty no pinta nada aquí. Ella entra en el grupo, ¿no? Ok, yo me voy.
Acto seguido, me quité mi sombrero y se lo lancé a Liberty. Ella, al ver su estampado de calaveras, lo soltó inmediatamente, como si le hubiera lanzado un tomate podrido.
- Más te vale empezar a parecerte a mí y a acostumbrarte a vestirte como yo... sino te quemarán viva.
- Kristen, no te vayas. Mira, te preferimos a ti - contestó Nick.
- No, Nick, Liberty no se va, es mi novia y se queda.
- Pero...
No esperé a escuchar su contestación. Salí por la puerta, dando un portazo. No podía creerme todo lo que me estaba pasando por culpa de la fama. Había perdido a mis amigos y el amor de mi vida por culpa de una muñeca repleta de silicona avariciosa y egocéntrica. Y que el amor de mi vida fuese un cerebro de mosquito por no darse cuenta de las cosas no mejoraba la situación.
- ¡Espera, Kristen! - gritó Kevin, a mis espaldas. Me agarró de un brazo, pero sin brusquedad.
- ¡Suéltame! ¡No vuelvas a ponerme una mano encima! - vociferé.
- Kristen, esto ha llegado demasiado lejos - su voz sonaba tranquila, pero con un atisbo de súplica -. No puedes abandonar el grupo, te necesitamos.
- Ahora ya no. Tenéis a Liberty.
- Liberty es mi... novia.
- ¿Tu novia? ¿Sabes porque está contigo, Kevin?
- Porque se ha dado cuenta de que me quiere.
- ¡Claro! - exclamé con sarcasmo -. ¿Y se ha dado cuenta de que te quiere viéndote por la tele y olfateando el olor a dinero de tu cartera?
- ¡No! ¡No, no, no, no! ¡Eso no es cierto!
- ¿Ah, no? Cuando tocábamos en los bares y en las paradas del autobús, incluso en la calle, ¿quién te apoyaba? ¿Ella? ¿Era ella la que te agarraba fuertemente de la mano y te palmeaba el hombro para infundirte ánimo justo antes de subir a los escenarios de aquellos antros? ¿Era ella la que te decía que todo iba a salir bien? Ella nunca te ha apoyado. ¿No te acuerdas ya de cómo se reía de nosotros? ¿Cómo nos decía que jamás seríamos nadie en la vida? ¿Qué nadie escucharía nuestra música porque era basura? Si no recuerdo mal te llamó fracasado más de una vez. Eras invisible para ella, Kevin. Pasaba de ti. Está contigo por interés, nada más. Busca fama y dinero a tu costa. Cuando se haga famosa abandonará el grupo y te abandonará a ti. Sólo te ve como un trampolín hacia ese mundo en el que está intentando colarse. He sido la única que he creído en ti desde el principio... y mira cómo me lo pagas: sustituyéndome por la única chica que he odiado por cómo te trataba.
Kevin enmudeció. Se quedó completamente paralizado. Se dio media vuelta y se fue hacia la habitación, al encuentro de Liberty y Nick.
- Mucha suerte, la vais a necesitar - susurré sabiendo que no me oía nadie.
Y me marché antes de que mis lágrimas me delataran ante la posibilidad de que alguien me viera. No quería que nadie supiera cuanto dolía aquello. Con todo el dolor de mi corazón, supe que jamás perdonaría a Kevin ante aquella traición.
CAPÍTULO 2: NARRADO POR KEVIN
Me dirigí hacia la sala de grabación, necesitaba estar solo para aclarar mis ideas. Me sentía desolado ante la marcha de Kristen. ¿Cómo íbamos a salvar el grupo sin ella? Entonces me encontré con el pastel: Liberty y Jackson, liándose.
- ¿Qué demonios?
- ¿Kevin? ¡Oh, Dios! Yo...
- No hace falta que me digáis nada. Kristen llevaba razón. ¡No me quieres! No sé cómo pude estar tan ciego. Y tú, Jackson, no te pienses que me voy a estar callado, pienso decírselo todo a Kristen. Te va a dejar más plantado que un árbol.
- ¡Adelante! - fanfarroneó él -. Dile lo que quieras. Me ha abandonado como un calcetín sucio. Por ello hago lo que me da la gana, como tirarme a tu chica. Además, me he enterado de que no sólo me dejó por mis infidelidades, sino que buscaba una excusa porque está enamorada de ti. Liberty está más buena que ella, tío. Así que, hagamos cambio. Tú te quedas con Kristen y yo con Liberty.
- Eso no puede ser verdad.
- Es cierto, escuché como Nick se lo contaba a Emma, después de que Kristen se lo confesara.
Entonces, me di cuenta, todo encajaba. Salí corriendo como alma que lleva el diablo, necesitaba saber si aquello era cierto. Enseguida llamé por teléfono a Nick, que me lo confirmó después de mucho insistirle.
Kristen iba a coger un vuelo para volver a casa. No podía evitarlo: siempre había estado enamorado de ella. ¿Cómo había estado tan ciego? Liberty y el resto de chicas eran sólo un entretenimiento para olvidar que ella estaba con Jackson. Estúpido, estúpido, estúpido. Cogí el primer taxi que se aproximó a mí, teniendo suerte estaría libre. Subí a él y anuncié mi destino al taxista, un tipo mal afeitado y con los ojos oscuros como el tizón.
Mi mala suerte no acabó cuando - con las prisas - tropecé al salir del taxi, sino que, además, para colmo, se puso a llover. Genial. No llevaba paraguas. Entré en el aeropuerto completamente empapado. En aquel momento, Kristen ya había comprado su billete y no fue hasta que la encontré sentada, esperando que saliera su vuelo, cuando lo supe con certeza. La llamé a gritos mientras todos los presentes me miraban como si estuviera loco.
Y entonces, ella se giró y me miró.
CAPÍTULO 3 Y FINAL: NARRADO POR KRISTEN
Allí estaba Kevin.
Mi corazón dio un vuelco inesperado. Me había prometido que no le perdonaría, pero si había dejado a Liberty por mí, estaría más que de sobra encantada por olvidarme de sus errores. Nos abrazamos por la alegría del momento y él me miró, esperanzado. Me confesó que siempre había estado enamorado de mí, que había sido une estúpido. Mi corazón se hinchó de felicidad ante aquella noticia, pero intuí que algo había pasado. Se le veía en las facciones de su rostro.
Entonces me relató lo sucedido.
La tristeza me invadió por completo. Así que no había dejado a Liberty por mí, había vuelto al descubrirla engañándole. Por supuesto que yo llevaba razón. Era tan obvio. Kevin me miró suplicante ante mi repentino estado de ánimo, pero yo no tenía fuerzas para soportar aquello. Me sentía decepcionada y traicionada. Le di un beso en la mejilla, cogí mi maleta y me dirigí hacia el avión que me llevaría de vuelta a casa.
FIN
María Moreno Alfaro.
Nota: bueno, la historia en sí es un poco cutre y simplona, pero fue una idea que se me ocurrió para escribir un libro. Después de tantos años con la idea en mente y unos cuantos recortes de folio con conversaciones escritas, descubrí que no se me ocurría una gran trama para esta historia, así que decidí plasmarla en un pequeño relato para no desperdiciar la idea. La idea emergió de mi desastrosa mente entre 2009 o 2010 y la convertí en relato hace un par de meses.
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