A veces no sé quien soy. Me miro al espejo y veo a una completa desconocida. No me conozco a mí misma. Ni mis ojos, ni mi boca, ni la forma de mi cara, o de mi pelo, ni mis manos. Ni siquiera la ropa que me pongo. No reconozco mi forma de pensar o actuar, los pensamientos que tengo sobre los demás, o mis propios sentimientos. No reconozco a mis amigos ni a mis familiares en realidad. Mi casa me parece extraña, mi habitación una cárcel... ¡con el cariño que le tengo a mi habitación! También me es extraño a veces el entorno en el que vivo.
Mis gustos, mi música, mis pósters pegados a las paredes de mi habitación, mis peluches, mi cama, mi escritorio donde leo miles de aventuras y donde escribo mis propios libros.
QUIEN ERES EN REALIDAD II
Me miro en el espejo y no sé quien soy. Me miro, sé que esa chica tengo que ser yo, pero tengo la sensación de no conocerla en realidad. Aun así, sigo viendo a la misma chica torpe, tonta y estúpida. A la misma chica idiota de siempre, la que no vale para nada. La misma ilusa que piensa que ha cambiado a bien y que la gente la aceptará, pero yo pienso que la cosa ha ido a peor. Si no sigo siendo la misma idiota, soy más todavía.
La gente me acepta, ¿no? O eso al menos es lo que parece. A veces pienso que no es así. ¿De qué me sirve que la gente me diga que me quiere cuando yo misma no me reconozco como tal? Nada cambiará. No importa lo que pase, siempre seré la misma. En el fondo.
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¡Muy buenos textos! saludos
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