17/2/16

Malos pensamientos



Estás tranquilo. Tú lo sabes. Sin embargo, sin haberlo llamado, un pensamiento irrumpe en tu mente sin tu consentimiento. ¿Qué quieres? Le preguntas. Quiero torturarte, te contesta él. Quiero que pienses cosas que no deberías pensar. Quiero alimentarte del odio que tienes en lo más profundo de tu alma, en tus inseguridades, en tus miedos. Quiero mostrarte imágenes de una vida que no es cierta, que es más dolorosa que tu propia vida. Tu vida es maravillosa tal cual está, pero yo voy a enseñarte otras opciones. Voy a hacerte dudar de quién eres tú. Voy a hacerte dudar de quién te quiere de verdad. Voy a hacer que pienses que nadie te quiere, que todo es mentira, todo lo bueno. Voy a hacerte creer que todo el mundo te odia, que nadie daría nada por ti, que dejarían tirado a la mínima de cambio. Por otro lado, te haré creer que no eres merecedor de lo bueno que te pasa.
Que no mereces a esa personita especial que tienes a tu lado. Sí, esa persona a la que miras a los ojos y sientes que todo merece la pena sólo por poder mirarle. Te haré creer que jamás llegarás a merecer a esa persona, que no eres lo suficiente para complacerle. A través de mí te dejaré creer que harías cosas que no harías nunca. Cosas tanto buenas como malas sobre otras personas. Te haré creer que serías capaz de hacerle daño a tus amigos, de abandonar a tu familia, de engañar a tu pareja. De la misma forma, haré que desconfíes de ellos. Te haré creer que tus amigos te harán daño, que tu familia te abandonará, que tu pareja se cansará de ti y te engañará. Yo soy ese mal pensamiento que te mostrará todo lo malo que te puede pasar y todos los actos malos que podrías hacer. No hay forma de escapar de mí.


Este texto forma parte del libro "Pensamientos desastrosos".
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