28/1/19

Sin memoria

No lo podía creer cuando me llamaron del hospital.
Él se había despertado.
No podía ser más feliz.
Mi amor, mi vida, mi todo.
Llegué corriendo, pareciendo que me iba la vida en ello.
Cuando llegué me abracé a él.
Las lágrimas corrían eufóricas por mi rostro.
Sin embargo, él me miró confundido.
Sorprendido.
Asustado.
No me conocía.
Me sumí en un estado de tristeza y desasosiego.
Mi mente se bloqueó.
Mi mundo se estaba derrumbándose.


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21/1/19

Un lugar de pesadilla

Se despertó encerrada en una fábrica abandonada.
No recordaba nada.
Necesitaba un plan de emergencia.
Se levantó del suelo, no sin esfuerzo.
Se arregló los cabellos enmarañados con los dedos.
Comenzó a buscar algo que la pudiera sacar de allí.
Nada de lo que encontró tenía sentido.
Todo era muy confuso.
Álbumes de fotografías antiguas.
Un libro de rituales y sacrificios.
Una muñeca de porcelana desportillada.
Un reloj antiguo sin manecillas.

14/1/19

La villana del cuento

Ella se sentía fuera de lugar.
Incomprendida.
No importaba lo que hiciese.
Todo estaba mal.
Sentía frustración y rabia.
Las lágrimas corrían desbocadas.

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7/1/19

La historia de Jonathan y Anabel - Capítulo 3


Pasaron los días, las semanas y los meses. Y cada día por la mañana, a la misma hora, durante la media hora libre que Jonathan tenía para disfrutar de su almuerzo, ambos jóvenes tenían su encuentro. La misma rutina. Al menos entre semana. Los fines de semana Jonathan, que normalmente era fiel a su rutina, volvió a romper sus esquemas. Hacía dos meses que habían empezado a salir oficialmente y en que Jonathan reducía el tiempo de salida con sus amigos para poder pasar tiempo también con Anabel, quien solía pasar algunas noches en el piso de su nuevo novio.


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3/1/19

La princesa de hielo

Cuenta la leyenda que había una princesa encerrada en una torre custodiada por un temible dragón y que aquel que la liberase se casaría con ella y heredaría su reino.

Lo que no cuenta la leyenda es que la princesa se exilió a sí misma, cansada de las injusticias de un mundo gobernado por hombres. Que el dragón en realidad era ella misma, quien se transformaba a voluntad propia para eliminar a quienes se acercasen a su refugio a conquistarla con el único de fin de conseguir sus egoístas sueños de poder y falso amor.

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Te quiero tanto que duele

Te quiero tanto que duele.
Como cristales afilados en mi garganta.
Que no me dejan respirar.
Fijando la vista en un punto insignificante en la nada.
La vista perdida.
La incredulidad de que la historia haya dado un giro de 180 grados.
Que todo se haya derrumbado de una forma tan caótica.



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