Cuando los auriculares quedan posados sobre mis oídos.
No sólo bloqueo a éstos.
Sino a todo el mundo exterior.
Dejo que mi alma se impregne de las melodías.
De cada nota musical.
Entienda o no la letra.
Me hacen evadirme de la realidad.
Si entiendo la letra.
Perderme en ella es inevitable.
Al igual que lo es imaginarme su historia.
Llantos y lágrimas.
Amores envenenados.
Finales felices.
Amistades en peligro.
Recuerdos nostálgicos.
Sentimientos frustrados.
Despedidas inesperadas.
Obsesiones y desencantos.
No importa de qué trate la historia.
O qué letras compongan una canción.
Incluso cuáles sean las notas musicales.
Del apoteósico final.
Pueden descender levemente hasta desaparecer.
O explotar formando fuegos artificiales.
Que inunden de luz todo un oscuro cielo.
Este texto forma parte del libro "Los amigos también rompen el corazón". No copies.Todos mis textos están registrados en SafeCreative y expuestos deviantART.
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