No eres tú

El corazón se hunde, el alma se derrumba.
Sientes como los demonios se adentran en tu cuerpo para apoderarse de tu alma y controlar tu mente.
Estás poseído.
La maldad se ha apoderado y tú no puedes evitarlo.
Ni siquiera eres consciente porque tú no eres tú mismo.
No recuerdas ni tu nombre, ni quién eres, ni a quién conoces.
No eres tú.
Los malos sentimientos existentes penetran en tu mente como una cuchilla afilada.
No conseguirás hacerlos salir.
Ni siquiera lo intentarás porque no razonarás.
Odio, rabia, celos, lujuria...

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